Jesús Martinez López
@linea_th
El año pasado el Centro de Integración Juvenil en Tehuacán (CIJ) no registró ningún caso de atención por problemas de adicciones a los vapeadores, pero en lo que va de este año han tenido 20 personas con esa condición, principalmente de 12 a 15 años es la edad de primer contacto con esos productos.
La directora de ese lugar, Norma Notario Guevara, dijo que en los últimos cinco años ha venido en aumento el consumo de estos productos, sobre todo por la desinformación ya que los jóvenes piensan que la sustancia del vapeador es menos dañina que el cigarro.
Además, el núcleo familiar ha cambiado tanto que es común que dentro de este los padres no revisen los objetos que portan sus hijos, creando una mayor posibilidad de que tengan acceso a ellos.
Daños en los pulmones y en la actividad cerebral son solo algunas de las problemáticas que el consumo excesivo de vapeadores puede ocasionar en la salud, sobre todo en edades muy tempranas donde el cerebro no necesita estímulos de ese tipo.
La relajación es una de las principales excusas que tienen los jóvenes para utilizar esos productos, pero la realidad es que a largo plazo comienza a generar una dependencia psicológica y física para querer estar todo el tiempo consumiendo.
Como la utilización de estos productos han ido avanzando en los últimos años asimismo sus contradicciones, pero como pasa con otras sustancias es que el abuso en su consumo genera complicaciones a largo plazo, sobre todo ahora que está al alcance de los menores y jóvenes.