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RÍO DE JANEIRO.— La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una de las prioridades de Brasil, fue lanzada ayer en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, con la adhesión de 82 países y el objetivo de erradicar esa “lacra” en 2030.
El hambre y la pobreza no son el resultado de la escasez o de fenómenos naturales, son el producto de decisiones políticas que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad. Incumbe a quienes están aquí la tarea inevitable de poner fin a este flagelo que avergüenza a la sociedad. Este será nuestro mayor legado.
Porque no se trata sólo de hacer justicia, ésta es una condición esencial para construir sociedades más prósperas y un mundo de paz. Y Brasil sabe que es posible con la participación de la sociedad civil”, señaló Luiz Inácio Lula da Silva, presidente del país anfitrión de la cumbre.
Compete a los aquí presentes, a quienes están alrededor de esta mesa, la tarea impostergable de acabar con esta lacra que avergüenza a la humanidad”, dijo el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al inaugurar el encuentro de las principales economías del mundo.
Tras el lanzamiento de la iniciativa, Argentina, cuyo presidente es el ultraderechista Javier Milei, se negaba a añadirse a la causa, aunque al final terminó por sumarse. El país sudamericano era el único miembro del G20 que no se había adherido.
Un total de 66 organizaciones internacionales, incluidas la Unión Europea y la Unión Africana, también forman parte de la propuesta internacional.
El proyecto, una iniciativa personal de Lula, líder de la izquierda latinoamericana, es ambicioso: erradicar el hambre y la pobreza de aquí a 2030, así como reducir las desigualdades.
El reto es enorme, ya que 733 millones de personas padecieron hambre en 2023, es decir, 9% de la población mundial, según el último informe presentado en julio por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otras agencias de la ONU.
Las negociaciones llevan varios meses en marcha y ya se han asumido compromisos concretos. El viernes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció una contribución en financiamiento de hasta 25 mil millones de dólares para apoyar programas “destinados a acelerar los avances en la lucha contra el hambre y la pobreza entre 2025 y 2030”.
En concreto, la Alianza se propone atender a 500 millones de personas en naciones de baja y mediana renta con programas de transferencias de ingresos, ampliar la alimentación escolar de “alta calidad” a 150 millones de niños en naciones con pobreza infantil y hambre endémica, y ayudar a los pequeños agricultores.
En este contexto, los líderes del G20 no lograron avances mayores para desbloquear las negociaciones en la COP29, estancadas en torno a la financiación contra el cambio climático.
También se evitó mencionar el compromiso de terminar progresivamente con el uso de energías fósiles, signado en la COP28.
Con información de Excélsior