Carlos Enrique Canseco Valenzuela
@linea_th
La Secretaría de Educación Pública (SEP), ha emitido una nueva norma que exige a las escuelas que dejen de vender alimentos ultra procesados en escuelas para marzo de 2025. Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio del gobierno para combatir la obesidad infantil.
Su objetivo principal es fomentar ambientes más saludables en las instituciones educativas para el sano crecimiento de los estudiantes, eliminando la oferta de azucares, grasas saturadas y los altos contenidos de sodio que contiene la comida chatarra. Todo esto para evitar que futuras generaciones sufran de enfermedades crónicas como lo son la diabetes y problemas cardiovasculares.
La idea ha sido bien recibida por algunas personas preocupadas por la salud de sus hijos, algunos directivos y las respectivas administraciones de las cooperativas han alzado la voz sobre el impacto económico que tendrá ese cambio en los productos ofrecidos. Muchas de estas cooperativas dependen de ingresos generados por la venta de botanas, refrescos, dulces y galletas.
La iniciativa de la SEP forma parte de un trabajo que ha sido implementado hace un tiempo como lo fue la colocación de un etiquetado especial al frente de los productos donde advertía del alto contenido en azucares o sodio.
Se espera que estas campañas y nuevas reformas políticas logren frenar el avance de la obesidad y mejorar los hábitos alimenticios desde edades tempranas.
Expertos en salud pública y activistas han respaldado la medida, reconociendo que estas acciones son de vital importancia para formar hábitos saludables y reducir los factores de riesgo en la niñez.
Sin embargo, será fundamental vigilar la implementación adecuada de la norma para asegurar su éxito en todas las instituciones educativas del país.