Marco Balseca; Un poblano muy chiapaneco

Por Víctor Carrillo Caloca /

La Tinta Más Fresca

EL POBLANO Marco Balseca es muy chiapaneco porque su trabajo acá, como delegado en Chiapas del inédito Instituto Nacional de la Economía Social (INAES) en el sexenio anterior, dejó profunda huella.

EL ORIUNDO de Tehuacán tomó posol y honró el trabajo de dotar de recursos, humanos y materiales, a esos emprendedores que la banca comercial no voltea a ver: floricultores, agricultores de fresa y productores de café, por sólo mencionar algunos.

EN UNA OCASIÓN, me tocó acompañarlo al municipio indígena de Zinacantán, donde unos productores de rosas, con la asesoría del INAES de un ingeniero agrícola, además de la logística en transporte, catapultó a esa cooperativa de indígenas y pequeños empresarios que vendían sus flores en Tuxtla y hasta CDMX.

FUI TESTIGO también, en Chamula, cómo productores de fresa recibieron la asesoría técnica para que a ese fruto no le pegara “plaga”, además de lo importante que era el envasado y la carga para que esa fresa chiapaneca llegara a la Central de Abastos de la Ciudad de México.

EN SANCRIS, vi también cómo Marco Balseca hizo suyo el proyecto de una despulpadora de buenas dimensiones que el INAES le dotó a una cooperativa de muchachos que cultivaban el café acá.

ADEMÁS de la máquina, les dieron asesoría técnica en el diseño de empaque, de la empacadora y la lógica de distribución a varios estados del país, sobre todo del centro, donde nuestro café es muy apreciado.

MARCO no fue el “clásico” funcionario público que venía entre semana y se regresaba a su tierra los fines; se trajo a su familia, a su esposa y a sus hijos, a vivir en Tuxtla Gutiérrez, lo cual nomás no hace cualquiera.

NADIE duda, al menos acá en Chiapas, que sería un excelente alcalde de su natal Tehuacán, esa tierra que lo vio nacer y a la cual vuelve porque allá “está enterrado su mush (ombligo)”, como se le dice acá al amor a la tierra.

CUANDO sea nominado, y por supuesto gane, que no tengo ninguna duda, le demandaré que me invite un mole de caderas, así como le invitaba yo acá una comida grande para festejar al internacional Parachico.

Comentarios