La desgracia del transporte público

Editorial Primera Línea

Basta con ver la escena. Una colectiva en pésimas condiciones que corre en pésimas carreteras, manejada por un tipo con pésimo sentido de la responsabilidad. Esto puede ser el resumen de un accidente donde perdieron la vida cinco personas y hay más heridas en estado grave, pero no hay justicia plena.

Ese es en realidad el riesgo que se corre en muchas de las colectivas permisionadas en Tehuacán y buena parte de la región. El problema es combinado, no se sabe a ciencia cierta qué es peor, que las colectivas circulen sin placas (con descaro y desfachatez de las autoridades locales y del estado) o que lo hagan evadiendo semáforos, cruceros, peligrosos, pasos peatonales, en fin.

Hoy la autoridad asoma a medias, el gobierno del estado se mete a la petición con lo de siempre, “tomando nota” de la demanda de quienes exigen reparación del daño. Las autoridades de Tehuacán y Miahuatlán no pasan de sus comunicados que no tienen injerencia por tratarse de un hecho en zona federal.

La dueña de la concesión C-36955 responde al nombre de Anali Gonzaga de Jesús, según el padrón de permisos de transporte público de la Secretaría de Movilidad en Puebla. Es seguro que la propietaria era consciente de su negocio, de las condiciones de su unidad y de quién la manejaba, pero como muchos negligentes del transporte, desconoce u omiten qué hacer en estos casos.

La ruta “Trinidad” tiene un largo historial de accidentes. Han sido choques, atropellamientos, lesionados y múltiples quejas que rara vez tienen cabida en una secretaría “muerta”, tal como lo es la de Movilidad en Puebla, que genuinamente es ejecutora y recaudadora, pero poco diligente.

Este jueves murieron cinco personas y otros viajeros, protagonistas de ese accidente, están heridos, en espera que alguien pueda dar virtud a eso que llaman ley, la que no importa para los concesionarios, menos para los choferes.

Que los partícipes de esta tragedia descansen en paz. No se puede hablar de otra cosa distinguida cuando la autoridad es insuficiente.

Comentarios