Suamy Hernández Telles
@linea_th
Lo que parecía ser una jornada de fiesta y tradición terminó por convertirse en un episodio preocupante para más de 300 personas, en su mayoría originarias de comunidades indígenas de la Sierra Negra, quienes sufrieron una intoxicación masiva tras participar en un convivio religioso en la localidad de Pizcuautla.
El evento tuvo lugar el domingo 20 de abril, con motivo de la celebración del Domingo de Resurrección. Como parte de las costumbres locales, los mayordomos de la inspectoría organizaron una misa seguida de una comida colectiva para agradecer y compartir con habitantes de diversas comunidades vecinas, entre ellas Rancho Nuevo, Buena Vista, La Ciénega, Ahuatepec, Duraznotla, Tepepa, San José Los Pinos, Puerto Ángel, La Escondida y Xonacatec.
Los asistentes consumieron arroz, frijoles, salsa y carnitas, platillos típicos en estas festividades. Sin embargo, para el lunes comenzaron a difundirse reportes de malestar general entre los participantes. A través de grupos comunitarios de mensajería instantánea, decenas de personas empezaron a manifestar síntomas como diarrea, vómitos, fiebre y náuseas, lo que permitió identificar una coincidencia: todos habían asistido al convivio.
En respuesta, se activaron protocolos de atención comunitaria. Autoridades locales comenzaron a recibir reportes desde primeras horas del lunes y, ante la magnitud del caso, se coordinó el envío de brigadas de salud a las localidades afectadas. Aunque no se ha requerido hospitalización de ningún caso hasta ahora, se mantiene la vigilancia sanitaria para detectar posibles complicaciones o nuevos brotes.
Hasta el momento, la Secretaría de Salud no ha emitido un dictamen oficial sobre las causas de esta intoxicación, aunque se presume que el alimento contaminado pudo haber sido la carne de cerdo servida durante el evento. No obstante, se espera que se realicen estudios bromatológicos para confirmar el origen exacto del brote y de ser necesario, establecer un cerco sanitario.