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La australiana Jemima Montag lució este jueves una pulsera confeccionada con parte de las joyas de su abuela Judith, sobreviviente del Holocausto, al ganar la medalla de bronce olímpica en los 20 kilómetros de marcha femeninos.
Montag reconoció que la pulsera le dio el impulso definitivo este jueves, cuando se encontraba en quinto lugar a su paso por el kilómetro 15, en una reñida carrera marcada por el calor.
Ella siempre está conmigo. Es absolutamente lo que necesitas para superar una agotadora carrera", confesó la atleta australiana.
Judith, la madre de su padre Ray, murió justo antes de los Juegos de Tokio 2020, celebrados en 2021 por la pandemia de covid, y nunca relató a su familia su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial.
La atleta australiana, de 26 años, y una tía empezaron a indagar en la vida de Judith después de los Juegos en la capital japonesa, incluso haciendo traducir sus cartas de amor por una amiga polaca de la marchista.
A la flamante medallista olímpica le impresionó el número de ocasiones en que su ancestro estuvo a punto de morir en el campo de concentración de Auschwitz.
Montag dijo que esperaba que su actuación en estos Juegos hubiera demostrado a su abuela, si estaba mirándola desde el cielo, que no había desaprovechado las lecciones de vida que aprendió de ella.
Si estuviera aquí, le diría que no doy esto por sentado. La agradezco su valentía y espero haberlo aprovechado al máximo", declaró la deportista, quien trabajaba hasta hace poco para una empresa de reparto de alimentos a familias desfavorecidas.
Con información de Excélsior