Lizbeth García Huerta
@linea_th
Dice Gudelia que, como árboles vivientes, podrán cortarnos las ramas y hasta el tronco, pero nuestra esencia quedará guardada aún en las raíces. Lo podría decir en náhuatl, pero prefiere compartirlo en español para que todos lo entiendan.
Es justo su lengua materna, hoy idioma en México, la que la llevó a sentarse en Disneylandia y a recorrer ciudades en los Estados Unidos para promover el mole de caderas, pero sobre todo, a exponer un reperterio con un lenguaje autóctono, ese del que busca dejar todavía evidencia en niños y jóvenes a como dé lugar.
¿Qué tan importante es preservar la lengua náhuatl, no solo en el país, sino también en el exterior?
Yo lo que hago es enseñar lo que es mi cultura, hablo náhuatl y para mí la importancia de no perder la lengua materna es seguir enseñando a todos los niños, los jóvenes, adultos y a papás y mamás, porque esta lengua materna nos abre muchas puertas o para mí ha sido así, un éxito llevándola hasta los Ángeles, California. Y puedo decir que soy digna representante del Mole de Caderas, no sé cómo fue, pero llegué hasta allá y próximamente estaré enseñando nuestra lengua materna a jóvenes universitarios.
¿Qué sentimiento vivió usted al estar en Estados Unidos representando un platillo gastronómico propio de raíces tehuacaneras?
Para mí es importantísimo llevar ese mole, pero para ellos es totalmente extraño porque es una comida prehispánica que nunca la habían presentado ahí, pero nosotros lo dimos a conocer y espero lo acepten y lo vuelvan a pedir.
¿Es originaria de Santa María Coapan?
Cien por ciento.
¿Tiene hijos?
Sí, tengo dos hijas y un hijo.
¿Tiene nietos?
Tengo 10 nietos.
¿Cómo se sienten ellos de saber que su abuelita, su hija, su mamá, la tía, que la hermana ha estado en el exterior compartiendo la lengua náhuatl?
Para ellos es un orgullo porque todavía mis nietecitas de 13 años me decían "abuelita tú te sentaste en la silla de Mimí", ya que el premio consistía en ir a los Ángeles, California con el Mole de Caderas y aparte nos llevaron a Disneylandia y ciertos lugares, comunidades cercanas como Santa Mónica, Santa Fe, Las Vegas y Florida. Nuestros representantes nos llevaron a conocer, ellos son de aquí de Tehuacán, pero que radican en Estados Unidos, pues nos dieron ese gusto de sentirnos como niñas en Disneylandia.
A sus 61 años se sentó en la silla de Mimí ¿y cómo fue ese momento para usted?
Es algo como revivir la niñez que nunca tuve, pues mi papá se fue de casa y mi mamá fue papá y mamá a la vez, y yo todavía le decía a mamá, usted es grande porque es papá y mamá a la vez y yo no conocí a mi papá, pero que Dios lo bendiga si anda todavía por ahí, pero mi mamá fue alguien muy fundamental en mi vida que me inculcó valores, mi lengua, mi cultura y todo lo demás.
Y siempre ella decía "PODRÁN CORTAR NUESTRAS RAMAS, PODRÁN CORTAR NUESTROS TRONCOS, PERO NUESTRAS RAÍCES JAMÁS NO LAS QUITARÁN"
¿Se dedica a elaborar tortillas?
Sí, comencé a los nueve años.
¿Cuánto tiempo se dedicó a la elaboración de las tortillas?
Fue hace tres años que dejé de elaborarlas, ya que por la enfermedad del COVID me enfermé y dejamos de trabajar la tortilla hasta ahorita.
¿Cuántos años se dedicó a la tortilla?
Fueron 50 años.
¿Durante esos 50 años usted mantuvo a sus hijos?
Sí, gracias a esa tortilla, gracias a esa comida, gracias a los antojitos derivados del maíz es que saqué adelante a una licenciada en Administración de Empresas, ella es Adriana Cortés Albino de 36 años y otra hija que es repostera, María del Rosario Cortés Albino, de 42 años y mi hijo más chico tiene 32 años.
¿Qué dicen ellos cuando saben de todo el historial de usted?
Ellos dicen que no saben de dónde saco tantas cosas, pero que lo ven todo, y que ellos nunca imaginaron que su mamá llegara tan lejos, pero aquí estoy yo.
¿Se imaginó usted en algún momento estar dando clases en una universidad de Estados Unidos, enseñando náhuatl?
No, nunca lo pensé, pero como siempre me han dicho "los sueños siempre se persiguen", y pues yo le he hecho, a pesar de no tener tantos estudios como yo quisiera, porque desgraciadamente decía mi mamá o trabajamos y comemos o estudiamos, entonces apenas terminé el tercer año de primaria y aquí me tienen con la audacia de querer ver puertas más allá de lo que vemos.
Y pues gracias a Dios he llegado al exterior.
¿En qué instituciones la podemos ver?
Yo participó en encuentros culturales de diferentes hablantes náhuatl ,entonces ahí tenemos diálogos. Ellos a su manera y yo a la mía.
¿Existe gran diferencia entre la pronunciación e interpretación?
Algo de diferencia, pero son entendibles. Es la lógica lo que nos lleva a queremos hacer y decir.
¿En Estados Unidos está la posibilidad de dar clases? Incluso hasta pagarle 70 dólares la hora.
Así es, es una chica de Zapotitlán Salinas, ella es nacida en Estados Unidos, pero sus papás son de aquí y decía que podía hacer un proyecto de llevarme por tres meses a un taller.
¿Y en qué universidad sería?
Eso sí aún no tenemos el nombre ni la ubicación de la escuela.
¿Pará qué fecha se tendría planeado este viaje?
Sería el año que viene, aproximadamente por enero o febrero de 2023.
¿En cuántas universidades se ha parado, ya sea para presentar un platillo gastronómico, enseñar náhuatl o dar una plática o taller?
Hasta ahora normalmente he dado cuatro talleres en casa y de los cuatro talleres hice un cuadernillo que está de español a náhuatl, pero por ahora no he podido registrarlo por desconocimiento, yo creo que paso a pasito voy a tener que hacerlo.
¿Qué es lo que usted enseña en sus talleres?
El cuadernillo que hice se trata de los verbos, sustantivos, colores, números y pronombres, está ilustrado totalmente con caricaturas mías que con la ayuda de la universidad BUAP pude terminar, los alumnos de Diseño y la maestra Ernestina Torres me apoyaron a crear e hicieron todas las caricaturas y pues fue muy gracioso el cuadernillo.
¿Cuántas hojas son las que contiene este cuadernillo?
Son creo que 36, en él se puede encontrar todo alusivo a la lengua materna náhuatl.
¿Qué sigue después para Gudelia?
Por ahora retomar otra vez los talleres y próximamente la regidora de Educación de Coapan me proponía un taller en la Normal Superior a los alumnos, porque quieren hacer un proyecto piloto para ver si funciona y yo le digo que tiene que funcionar y tiene que ser 100 por ciento y que verán que, si van aprender, yo les digo que son tres meses para aprender lo elemental.