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Los peligros de la ‘Maruchan’

Staff

@PrimeraLineaTH

Desde hace años México ha sido invadido por la comida chatarra, siendo las sopas instantáneas las más buscadas y consumidas por la comodidad de tener una comida “completa” en cinco minutos.

Abundan las marcas, y Maruchan se convirtió en sinónimo de sopa instantánea. En realidad, todas son iguales y no importa la marca: todas son malas para la salud.

¿Por qué son malas?

Las sopas instantáneas son lo peor que se puede comer, contienen sólo química: aditivos químicos, colorantes, saborizantes, mucha sal y un aditivo que es un verdadero veneno: el glutamato monosódico, informaron médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Glutamato monosódico (GMS)

Se trata de un aditivo utilizado para dar más sabor a los alimentos industrializados, como caldos de pollo en cubitos, salsas, frituras, cubos de jitomate y... sopas instantáneas. En los años 60 se popularizó un sazonador de marca ajinomoto, que se usaba como sal en todos los alimentos. Fue retirado del mercado al descubrir que era altamente cancerígeno. Era glutamato monosódico puro. Entonces, los industriales lo empezaron a usar combinado con otros aditivos para sazonar algunos de los alimentos industrializados.

En los restaurantes de comida china o japonesa descubrieron que algunos clientes empezaron a sufrir diversos trastornos que les afectaban la salud, y que se conoció como el síndrome del restaurante chino y que consistía en dolores de cabeza, irritación en los ojos, visión borrosa, taquicardia, sudoración excesiva, comezón generalizada, diarreas y asma, entre otros síntomas. 

Los estudios médicos encontraron que el GMS tenía un efecto tóxico en las células nerviosas y que favorecía la obesidad y la esterilidad. Y en algunos casos, encontraron que el glutamato favorecía la parición de células cancerígenas. Es decir, las “inocentes” sopas Maruchan pueden provocar asma y cáncer.

Eso, suponiendo que las sopas se calentaran en la estufa, sacándolas de sus envases plásticos y colocándolas en ollas o sartenes de metal o barro.

Pero lo peor se descubrió después: al calentar, como se hace casi siempre, la sopa en su envase de polietileno y en horno de microondas, el plástico del envase suelta dioxinas, o sea las toxinas que provocan el cáncer.

La industria alimenticia ha descubierto la forma más fácil, rápida y económica para hacerse de un buen cáncer, y de paso llegar a la obesidad.

Y como de la obesidad a la diabetes, sólo hay un paso, tenemos en el mercado un producto, las sopas Maruchan y similares que nos pueden dar, por el mismo precio, asma, obesidad, diabetes y cáncer.

Como la Secretaría de Salud le ha dado el visto bueno a esos productos, queda en manos de usted decidir si sigue comprando y consumiendo tales alimentos procesados.

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