Jesús Martínez López
@linea_th
A diferencia de hace 20 años, los menores de edad comenzaban en el mundo del alcohol o tabaco a los 15 años de edad, pero actualmente la tendencia arroja que se inicia desde los 10 años, sin embargo, ahora con drogas más duras; esto en el marco del Día Internacional del Día del Niño.
Al respecto, Humberto Merino Hernández, coordinador y psicólogo del Centro de Rehabilitación para Enfermos con Adicciones en Tehuacán, (Creat), dijo que el núcleo familiar es uno de los principales factores para que los niños desarrollen conductas de adicción.
“Siempre la familia es el epicentro de todo factor benéfico, de todo circulo virtuoso, pero también de un círculo vicioso”, dijo.
El principal factor, es que los menores no reciben atención en casa y mientras atraviesan dificultades, las drogas son un fácil refugio para este sector vulnerable, más aún donde actualmente conseguir un estupefaciente se ha vuelto más accesible.
Además, el psicólogo externó que, esta situación de comenzar por ejemplo con la marihuana, en el menor aumenta las posibilidades a que “brinque” a otras sustancias, tal como el cristal o incluso la cocaína.
Son diferentes los factores que originan a que los menores tengan una adicción, pero lo importante es cuánto tiempo tardan los familiares en identificar este problema y brindarles la atención que necesitan, ya que no en todos los casos se lleva a cabo.
Merino Hernández, expuso que científicamente está demostrado que en caso de ser el hijo de un adicto, incrementa las posibilidades de hasta en un 30 % en convertirse en uno o consumidor de alguna otra sustancia.