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El 1 de octubre fue un día histórico para el país. Por primera vez en 200 años y luego de 74 presidentes, incluidos los que estuvieron más de una vez en el cargo, Claudia Sheinbaum Pardo rindió protesta como la primera mujer Presidenta del país.
En el primer discurso que dio de forma pública ya como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del país resaltó los cien compromisos que busca cumplir durante su sexenio. Entre ellos, no pudieron faltar los relacionados con la seguridad.
Entre los puntos a resaltar se encuentran que la semana del 7 al 11 de octubre se presentará la Estrategia Nacional de Seguridad.
El papel de la seguridad privada puede cobrar mayor relevancia ante el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, ya que enfrenta desafíos de seguridad importantes en México. Aunque los detalles específicos de su política de seguridad en relación con las empresas privadas no están completamente definidos aún, hay algunas razones por las cuales la seguridad privada podría ser un componente clave:
1. Complemento a las fuerzas de seguridad pública: Ante la persistente violencia y los niveles de inseguridad en varias partes del país, la seguridad privada puede actuar como un complemento a las fuerzas del Estado, ayudando en la protección de empresas, residencias y eventos.
2. Protección a sectores específicos: Sectores estratégicos como el energético, industrial, bancario y comercial, a menudo requieren protección especializada que las fuerzas públicas no siempre pueden proporcionar.
3. Mayor colaboración público-privada: Nuestra Presidenta, la Doctora Claudia Sheinbaum, ha enfatizado en ocasiones anteriores la importancia de la colaboración entre el sector público y privado. La seguridad privada podría fortalecerse con nuevas regulaciones o acuerdos que fortalezcan su colaboración con las autoridades en tareas preventivas y de vigilancia, sobre todo en áreas urbanas con alta densidad poblacional.
4. Tecnología y vigilancia privada: Con el auge de tecnologías avanzadas de vigilancia, monitoreo y ciberseguridad, el papel de las empresas de seguridad privada puede extenderse hacia áreas digitales mediante la integración de estas tecnologías con los sistemas públicos, que podrían generar una mejora en el control y respuesta ante incidentes críticos.
Es probable que el enfoque de seguridad del nuevo gobierno Federal continúe siendo muy focalizado en el fortalecimiento de las instituciones públicas, pero dada la demanda de mayor seguridad por parte de la ciudadanía y empresas, la seguridad privada seguirá siendo un actor clave en el panorama general de protección en México.
Es tiempo de ver la a seguridad privada no solo como una industria que genera miles de empleos y ayuda de gran forma a la economía nacional, sino como un verdadero complemento para los trabajos y las tareas de seguridad pública, siempre bajo un estado de Derecho que garantice la integridad y la labor de apoyo a las autoridades políticas de todos los sectores.
Armando Zúñiga Salinas, expresidente de Coparmex Ciudad de México, Presidente de Grupo IPS y ASUME, y Consejero Nacional Coparmex y Concamin.
Con información de Excelsior