Suamy Hernández Telles
@linea_th
Este jueves, Tehuacán se engalanó con el arranque del Festival Étnico La Matanza 2024 en la emblemática Hacienda La Carlota.
La ciudad abrió sus puertas a la temporada de Mole de Caderas, un platillo que va más allá del sabor, fusionando tradición, historia y el orgullo de una región. Durante octubre y noviembre, la ciudad se sumerge en este ritual culinario, que desde hace más de 200 años marca el pulso de la mixteca poblana.
En dicho evento, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, resaltó la importancia de preservar estas tradiciones, las cuales no solo mantienen viva la identidad de la región, sino que también promueven la sostenibilidad al utilizar productos locales.
En sus palabras, el Mole de Caderas es un "patrimonio vivo", una expresión de la rica herencia cultural de Puebla, que debe seguir siendo motivo de orgullo y unión para las futuras generaciones.
El festival no se limitó al ámbito gastronómico. Las danzas tradicionales llenaron de color y misticismo el evento. Danzantes de Santa María Coapan, Zinacatepec y Ajalpan vistieron trajes típicos, portaron flores, velas, incienso y ofrendas, mientras bailaban al son de piezas como “Xochicanela” y "El Guajolote".
La preparación del Mole de Caderas, hecha con carne de chivo criada en las condiciones específicas de la región, no es simplemente una comida. Es el resultado de un proceso que respeta los tiempos de la naturaleza, y este año se espera que más de 100 mil cabezas de ganado caprino sean sacrificadas en diversas haciendas para dar vida a este manjar que ha sido catalogado como Patrimonio Cultural Intangible desde 2023.
El evento también ofreció una explosión de sabores y aromas, con la presentación de tamales, dulces, pan artesanal, mezcal y tequila.
El cierre del festival fue espectacular, con la representación del ritual de la matanza a cargo del ballet municipal de Tehuacán, una interpretación que recordó a los asistentes la fusión entre lo sacro y lo cotidiano en la cultura mixteca.