Jesús Martínez López
@linea_th
La "cuna del maíz" es como se le conoce a Tehuacán, debido a que en su valle se han encontrado los vestigios más antiguos de este grano, que en la actualidad es la dieta mexicana y además ha sido considerado como un símbolo de la identidad cultural del país, aunque de acuerdo a investigaciones recientes han revelado que no solo el maíz, sino también el aguacate y el cacahuate tienen su origen en esta región.
El municipio conocido también como “Lugar de Dioses” es un legado agrícola, por lo que se remonta a miles de años y está respaldado por estudios arqueológicos significativos, como el Proyecto Arqueológico-Botánico de Tehuacán, que comenzó en 1960.
En ese sentido, es importante enfatizar que todo esto se evidenció que las condiciones climatológicas y los refugios secos del valle hicieron de este lugar un sitio natural propicio para la domesticación de diversas especies, entre ellas el frijol, la calabaza, el chile y el algodón.
Cabe recordar que Richard MacNeish, fue uno de los investigadores más destacados en la materia, ya que indagó el área y encontró restos de plantas que datan de hace casi 12 mil años y años más tarde estos hallazgos contribuyeron a que el “Valle de Tehuacán-Cuicatlán” fuera nombrado Patrimonio Mixto de la Humanidad por la UNESCO en 2018, reconociendo su importancia histórica y cultural.
PRODUCCIÓN DE MAÍZ EN TEHUACÁN
Es importante enfatizar que Tehuacán se destaca como uno de los cuatro municipios en Puebla que más maíz produce, alcanzando una producción anual de 240,188 toneladas, este rendimiento se debe a un clima favorable y a los sistemas de riego que permiten el crecimiento óptimo de este cultivo.
Sobre este tema Miguel Angel Carrera Castañeda, integrante de la Confederación Nacional Campesina (CNC), dio a conocer que Tehuacán es un líder en la producción de maíz, aunque municipios cercanos como Chalchicomula de Sesma, Zacapoaxtla y Chignahuapan también hacen contribuciones significativas.
En promedio, cada hectárea de maíz puede cosechar hasta seis toneladas, esto se suma a la producción de otros municipios de la región, que incluyen Tepanco de López, Tlacotepec de Benito Juárez, y San Sebastián Zinacatepec, además esta dinámica no solo resalta la importancia agrícola de Tehuacán, sino ce las conexiones culturales y agrícolas entre los municipios de la región.
AUSENCIA DE PROGRAMAS PARA EL CAMPO
La falta de programas para la conservación de maíces autóctonos, pone en riesgo la permanencia de estos en la zona de Tehuacán que es la cuna del maíz y por tanto deberían de aplicarse medidas para preservar está semilla que tiene mejores cualidades y su reproducción es más fácil de realizar, explicó Miguel Ángel Carrera Castañeda, integrante de la CNC.
Y es que detalló que la presencia de granos nativos es lo mejor que se tiene, porque eso aporta beneficios a los productores por el manejo de esta semilla que es más adaptada al clima y a la reproducción, sin que eso represente mayores gastos para los productores.
Sin embargo, lamentó que no haya autoridades interesadas por la conservación de los maíces nativos, que cada año van perdiendo terreno frente a los híbridos que a diferencia de los que hay en esta región donde los mismos campesinos pueden seleccionar y guardar semilla para la siguiente siembra, mientras que en el caso de los mezclados, deben comprar semilla para seguir sembrando y eso representa un gasto constante para los productores.
Además, el elote que es el de mayor venta de esta zona a otros puntos del país donde tiene aceptación por el sabor, a pesar de que tenga unos cinco días de que se hizo el corte, no presenta alteraciones en su presentación como el híbrido, que se comienza a secar al día siguiente, la única ventaja que tiene es que las plantas de este producen más piezas en comparación en el maíz de la zona.