Miguel Martínez Martínez
@linea_th
Cada año, 4 mil 165 motociclistas mueren en las calles y carreteras de México, cifra que representa el 26.2 % del total, según el INEGI, y del 3 al 5 % sufre amputaciones en algunas de sus extremidades, datos que proporciona la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las carreteras.
Tristemente Yahir pertenece a la última estadística, él sufrió una amputación después de un accidente en su motocicleta.
Originario de Teotitlán de Flores Magón, Oaxaca, hace cuatro años sufrió una caída de su moto regresando del trabajo, algo que le cambiaría radicalmente su vida.
Yahir relata que era una tarde-noche lluviosa, había terminado una jornada más de trabajo en una localidad vecina y comenzó a beber alcohol antes de regresar a su casa.
Justo a medio camino perdió el control de su unidad y derrapó sobre la cinta asfáltica quedando totalmente inconsciente.
Fueron los elementos de la Guardia Nacional quienes dieron aviso a la ambulancia de la comunidad para trasladarlo.
Sin embargo, la tristeza llegó. Al despertar en el hospital se enteró que tenían que amputarle su pierna izquierda; cuenta que en ese momento sintió mucho coraje y a la vez tristeza, sabía que no podría seguir ejerciendo su oficio e imaginó que su vida se había terminado.
Su esposa platica que ella lo esperaba ese día como cualquier otro para cenar; sin embargo, al enterarse del accidente sintió una angustia muy grande, pero avisó a su suegra para que cuidarán a su pequeño y trasladarse al nosocomio.
La cirugía resultaba costosa, así que para cubrir esos gastos, organizaron una colecta en un evento público de la comunidad, por lo que sigue agradeciendo a familiares, amigos cercanos y al pueblo en general por brindarles apoyo económico, así como palabras de aliento y compañía.
Yahir estuvo algunos meses en cama cuando surgió la idea y la posibilidad de trabajar manejando un mototaxi no lo pensó dos veces, así que adaptó el vehículo a su modo para que pudiera manejarla un poco más fácil.
Y aunque al principio no fue lo que imaginó, cuenta que su motivación de salir adelante es su esposa y sobre todo su hijo, por lo cual asistió a terapia psicológica y física y así aprendió a manejar de forma más responsable.
Hoy en día, gracias a su trabajo de mototaxista y de su esposa ha logrado reunir dinero e invertir en un pequeño negocio de juguetes, obsequios y demás accesorios.
Teniendo venta por pedidos y con ubicación en el mercado municipal, los días miércoles y domingos realiza entregas en su moto. Con ello ha logrado mantener a su familia, la escuela de su hijo, y cada vez que pueden sale a disfrutar un tiempo para todos.
Si algo tiene Yahir es que siempre se ha caracterizado por ser una persona trabajadora, le gusta conseguir sus cosas por méritos propios, dice él mismo.
Comenta que se arrepiente de su irresponsabilidad como joven conductor, pero envía un consejo a aquellos que manejan desesperadamente, lo hace para que valoren su vida y también su cuerpo.
La historia de Yahir puede ayudar a reflexionar sobre la manera en la que se conduce un vehículo, pero también como inspiración para salir adelante y comprender que por más difícil que sea el camino, al final siempre habrá una luz de esperanza.
Este artículo es colaboración del Centro Universitario Tehuacán para el proyecto "El periodismo va a la escuela". La investigación de campo es exclusiva de los alumnos y de Primera Línea.