Jesús Martínez López
@linea_th
Ayer en la parroquia de San Francisco de Asís en Tehuacán, se conmemoró el Día de San Antonio de Padua, una festividad profundamente arraigada en la caridad y el apoyo comunitario; dicha tradición, con más de 25 años de historia, se centra en ofrecer alimentos a personas de escasos recursos y en situación de calle, honrando el carisma de San Antonio y San Francisco.
El párroco Joel de Jesús, de la iglesia El Sagrado Diocesano, resaltó la importancia de esta costumbre, ya que en la fiesta de San Antonio de Padua, se acostumbra dar de comer a toda la gente necesitada, invitando incluso a quienes pasan por la calle.
Estas acciones según el párroco son una manera de recordar el carisma de San Francisco y la misión de San Antonio, más allá de las supersticiones populares que lo asocian solo con encontrar pareja.
La celebración incluyó misas y una invitación abierta a la comunidad para compartir los alimentos preparados.
"Desde la mañana tenemos celebraciones, y a las 13:00 horas y en la noche continuamos con la eucaristía, invitando a todos a participar," añadió el párroco.
Esta práctica no solo alimenta a los necesitados, sino que también fomenta la unidad y el servicio dentro de la parroquia. Diversos grupos parroquiales, como agentes de pastoral, ministros, liturgias, estudiantinas y acólitos, colaboraron en la organización y distribución de los alimentos.
A pesar de los años y los cambios en las tradiciones, esta festividad sigue siendo una expresión viva de la devoción a San Antonio, reconocido no solo como el patrón de los pobres, sino también de las mujeres que buscan concebir y de los panaderos.
Con alrededor de 300 pases distribuidos este año, la parroquia espera recibir a más de 500 personas, reflejando un fuerte sentido de comunidad y apoyo mutuo, destacando la relevancia de esta tradición en la revitalización del espíritu comunitario y la caridad cristiana en Tehuacán.