DR. JULIÁN GERMÁN MOLINA CARRILLO
Corría el año de 2019 en el que fue creada la Guardia Nacional a cargo del Ejecutivo Federal, evidentemente ante el elevado índice de la comisión de delitos y, en consecuencia, la inseguridad heredada de sexenios anteriores, se buscó que esta corporación de carácter civil realizara funciones de seguridad pública, siendo que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) es la dependencia que la organiza, dirige y supervisa, de conformidad con el artículo 13 de Ley de la Guardia Nacional.
A su vez, lo anterior se encuentra consignado en el numeral 21 de la Constitución, cuya reforma se efectuó en el mismo año. No obstante, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) es la dependencia que se encarga de manejar a los elementos de la Guardia Nacional, de acuerdo con el artículo 29, fracción IV de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Recientemente, el presidente de la República envió una iniciativa de reformas y adiciones a diversos ordenamientos de la que se propone eliminar el control de la SSPC para darle a la SEDENA el completo manejo del activo del Ejército y la Fuerza Aérea, y ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, conforme a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública que defina la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de acuerdo con la modificación al artículo 29 que propone la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Otras atribuciones que la SEDENA podría tener son:
También, se propone adicionar un artículo 2 Bis para que el personal militar pueda operar como apoyo a las instituciones de seguridad pública, así como incorporar a militares, personal naval o de la Policía Militar a la Guardia Nacional, si así lo desean.
Ahora bien, la oposición señala que hay riesgo con esta decreto del presidente López Obrador, pues supone la militarización de México.
Sin embargo, con el tema en boga no puedo evitar pensar que los cárteles se encuentran mejor armados que el mismo ejército mexicano, que nuestro vecino del norte constantemente nos señala por la violencia en nuestro territorio y la presencia de los cárteles, cuando la paradoja es que este mismo país es que el provee de armas a los grupos delincuenciales, qué tan cruenta estuvo la batalla entro los cárteles durante el sexenio de Calderón que incluso le mataron a dos secretarios de gobernación y se presume con la utilización de misiles, que a diferencia de Medio Oriente no tenemos grupos terroristas (aunque algunos de ellos fueron de la autoría de la misma Hillary Clinton), pero contamos con grupos delincuenciales impulsados también por la agenda de Washington, entonces ¿éste decreto del Presidente será una solución viable a nuestra desafortunada situación de inseguridad? Sólo el tiempo lo dirá.